El testimonio

“Gente que busca a Dios, hay por todas partes. ¡Ah! ¡Si yo pudiera alcanzar a todos y hablarles del Amor infinito!”

Père Marie-Eugène à St Rémy en 1958

Este grito del corazón del Padre María-Eugenio es el nuestro, sin duda alguna, ¡Ah! ¡Si yo pudiera llegar a tanta gente cercana a mí que todavía ignora a Dios que colma mi vida! Pero, ¿cómo ser apóstol hoy en día? ¿cómo enfrentarse a tantos retos? Estas preguntas preocupaban al Padre María-Eugenio igual que a nosotros. Y, las respuestas llegaron progresivamente…

¡Empieza buscando al Espíritu Santo!

Se impusieron a él como auténticas convicciones que aportaban luz y le condujeron a un cambio total de perspectiva.

Si te preocupas por aquellas personas con las que queremos encontrarnos ¡miremos primero a Aquel que nos envía hacia ellos! ¡Empecemos por buscar al Espíritu Santo! ¡Hagámonos sus amigos, establezcamos con Él una intimidad en todo momento! ¡Descubramos que, sin Él, no podemos nada! ¡Pongámonos bajo su luz! ¡Cristo mismo tomó el camino de los hombres, conducido por el Espíritu Santo!

“Si, en tiempos de Nuestro Señor Jesucristo hubiésemos preguntado quién era el más cercano a Él, habríamos escuchado: “Pedro…Santiago…Juan…”. Cuando, en realidad su mayor colaboradora era la Virgen María en Nazaret y nadie lo veía…”

El ejemplo de los santos nos demuestra que el verdadero testimonio no es una cuestión de mucho ruido ni de técnica, sino el resplandor misterioso de los amigos de Dios, una bondad extraída de Él mismo que testifica lo verdaderamente Esencial.

“Convertimos mucho más por lo que somos que por lo que hacemos o decimos. Hay que saber actuar, hablar, pero sobre todo…hay que ser”.

El Espíritu Santo fortalecerá nuestra generosidad, estimulará nuestra creatividad misionera y nos conducirá allí donde no pensábamos ir.

INSTITUTO SECULAR NUESTRA SEÑORA DE LA VIDA

En la gran familia del Carmelo, el Instituto “Nuestra Señora de la Vida” es un Instituto Secular.

El 21 de noviembre de 1973, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y para las Sociedades de Vida Apostólica, reconoce a NUESTRA SEÑORA de la VIDA como un único Instituto constituido por sacerdotes y por hombres y mujeres consagrados.

Palabras que María guarda en su corazón

“Alégrate” Así me dijo el ángel del Señor, y el gozo del Espíritu inundó mi ser “Llena de gracia” Es el nuevo nombre...

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