Como peregrinos, que buscan fuentes para la sed, nos ponemos en camino hacia la fiesta de la Madre
Nos acompaña María “Estrella de la nueva evangelización”.
Llevamos el escapulario de la Virgen don y tarea para el camino.
Recorremos los senderos del mundo, nada humano nos es ajeno.
Nos abrimos a la Palabra para dejarnos modelar por ella.
Acogemos al Espíritu, que hace maravillas en el mudo.
Llevamos a María el dolor del mundo herido por las guerras
Con María, acompañamos la tarea misionera de la Iglesia

Mujer de silencio y de oración,
Madre de la misericordia.
Madre de la esperanza.
Ruega por nosotros.
Amén