Señor, como Tomás, yo también necesito ver para creer.
Necesito evidencias para confiar, necesito andar seguro
Escucho tus palabras, pero no acabo de confiar.
Veo tu misericordia, pero no me abandono a ella.
Siento tu presencia, pero con frecuencia te abandono.
Quiero, Señor, creer y confiar más en ti.
Quiero, Señor, sentir cada día tu presencia.
Quiero sentir cada día tu misericordia.
Y, aunque a veces dude, Señor,
no me lo tengas en cuenta.

José Alberto Manso, OCD
CIPE